El primero de muchos.

Con este proyecto empecé a descubrir el lado cinematográfico del “corporativo”. Justo había terminado el Máster en Dirección de Fotografía Cinematográfica en ESCAC y tenía ganas de darle una vuelta a lo que ya había hecho anteriormente. A partir de entonces, la Universidad de Navarra confió en este formato y quiso dar mayor cabida a la ficción.

Por aquel momento, yo me encargaba de “casi todo” en rodaje. Junto a mi familia, claro, que siempre les liaba. Vamos, una locura. Por suerte, en aquellos inicios ya contaba con la ayuda de Javier Asín (BSO) y de Lourdes León (Maquillaje), pilares fundamentales a nivel profesional y personal. Después aparecieron mis queridas ZenZerro, y todo fue mucho más sencillo.

Proyectos de animación.

Estas pequeñas obras son el resultado de muchas semanas de trabajo rodeado de personas muy talentosas. En el proyecto de la Batalla de Noáin conté con la ayuda de Raquel Idoate (historiadora), Ángela Bretos (ilustraciones y animaciones) y Javier Asín (ambientación sonora y música). En el de Amaiur, participaron Elías Alegría, Jon García, Maite Serna y Taila (ilustradores); Josu Goñi (animación y efectos); Pedro Del Guayo (historiador) y Javier Asín (sonido).

Agradecimiento especial a Iñaki Oroz, Juan y a todo su equipo.

 

Mi familia. Mis orígenes.

Si de algo puedo estar orgulloso es de los valores que me han inculcado desde chiqui. Me he criado rodeado de mentes creativas: mis abuelos (por ambas partes) tenían que hacer malabares para poder criar a sus hijos y trabajar al mismo tiempo, ¿eso no es creatividad? Por un lado constructores, por el otro, comercio y campo. Todos ellos muy sacrificados. Pero oye, algo debieron de hacer bien, porque dos generaciones después, los nietos seguimos con la misma ilusión que ellos. A mí me ha tocado “contar historias e iluminarlas”. Así que en mi mano está cuidar cada perspectiva de la vida que quiero recordar. Con este video presentamos el Roscón de Reyes de la Pastelería de mi familia.

 

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